La tasación oficial de un piso en caso de divorcio es un proceso fundamental para establecer el valor de una propiedad y su posterior reparto entre las partes involucradas. Debido a la importancia del proceso de tasar un piso para divorcio, será necesario contar con un tasador independiente de calidad. Asimismo, es necesario tener en cuenta los aspectos legales del divorcio, que pueden variar en función del régimen económico del matrimonio.
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Tabla de contenidos
Consideraciones del divorcio antes de tasar un piso
Antes de realizar la tasación de un inmueble en caso de divorcio, será importante considerar la situación del proceso. ¿Se llevará a cabo de forma amistosa?, ¿disponen los cónyuges de régimen de gananciales?, etc.
Divorcio por vía amistosa o vía judicial
El proceso de divorcio puede llevarse a cabo por dos vías: la vía amistosa o la vía judicial. La elección de una u otra opción puede afectar tanto al tiempo como al coste del proceso, así como a la relación futura entre los cónyuges.
Divorcio por la vía amistosa
La vía amistosa implica que los cónyuges llegan a un acuerdo de forma consensuada y sin necesidad de acudir a los tribunales. En este caso, se redacta un convenio regulador que establece los acuerdos alcanzados en relación a la custodia de los hijos, el reparto de los bienes, la pensión de alimentos o compensatoria, entre otros aspectos. Este convenio debe ser ratificado por un juez para que tenga validez legal.
Divorcio por la vía judicial
Por otro lado, la vía judicial implica la intervención de un juez para la resolución de los conflictos que surjan entre los cónyuges. En este caso, los cónyuges pueden presentar sus respectivas demandas y acudir a los tribunales para resolver las disputas relativas a la custodia de los hijos, el reparto de los bienes o la pensión de alimentos o compensatoria, entre otros aspectos.
En cuanto a las consecuencias, la vía amistosa puede ser más rápida y económica que la vía judicial, ya que no se requiere de la intervención de abogados y procuradores ni de la celebración de juicios. Además, es posible que esta vía permita una mayor flexibilidad en la negociación y un mantenimiento de la relación cordial entre los cónyuges. Es recomendable tasar el piso (la vivienda, o cualquier inmueble) en caso de divorcio por vía amistosa, ya que permitirá un reparto justo.
En cambio, la vía judicial puede ser más costosa y prolongada, ya que la resolución de los conflictos puede depender de la decisión del juez, lo que puede alargar el proceso y aumentar los gastos legales. Además, este proceso puede generar un mayor desgaste emocional y, en algunos casos, dificultar la relación futura entre los cónyuges. En caso de divorcio por vía judicial, puede darse el caso en el que cada cónyuge realice su propia tasación del piso. Además, el juez podrá solicitar una tercera tasación del piso por parte de un experto independiente.
Régimen de gananciales o separación de bienes
El régimen de gananciales y el de separación de bienes regulan la forma de consolidación del patrimonio por parte de los cónyuges.
El régimen de gananciales: bienes privativos y gananciales
En el caso de un régimen de gananciales, el matrimonio como norma general compartirá todo aquello adquirido desde la celebración del matrimonio. Es importante destacar que existen bienes privativos y bienes en gananciales. Los bienes privativos son aquellos que pertenecen únicamente a uno de los cónyuges. Los bienes gananciales son aquellos adquiridos durante el matrimonio y pertenecen a ambos cónyuges por igual.
En este sentido, si la vivienda ha sido adquirida durante el matrimonio, se considera un bien ganancial, por lo que su valor deberá ser repartido equitativamente entre ambos cónyuges en caso de divorcio. Sin embargo, si uno de los cónyuges ha adquirido la propiedad antes del matrimonio o ha recibido una herencia o donación que la incluya, la vivienda será considerada un bien privativo y solo su propietario tendrá derecho a su valor en caso de divorcio.
El régimen de separación de bienes: propiedades «independientes»
En el caso de un régimen de separación de bienes, cada cónyuge es dueño de su parte de la propiedad. Esto implica que el valor deberá ser dividido de forma proporcional a la propiedad que cada uno posea. En este caso, la propiedad no se considera un bien ganancial, sino que es propiedad individual de cada cónyuge.
Es importante destacar que, en cualquiera de los dos regímenes, el reparto del valor de la propiedad puede ser objeto de negociación entre los cónyuges y acordarse de forma consensuada, siempre y cuando se respeten los derechos y las obligaciones de ambas partes según la ley. Asimismo, en cualquier caso se recomienda tasar el piso (vivienda o cualquier tipo de inmueble) para asegurar un reparto justo entre las partes.
Cómo tasar un piso en caso de divorcio
Para tasar un piso en caso de divorcio, es necesario contratar a un perito especializado en tasaciones inmobiliarias. Este experto realizará una valoración objetiva de la propiedad, teniendo en cuenta factores como la ubicación, la superficie, las características constructivas y el estado de conservación.
¿Quién puede tasar un piso?
La tasación de un piso o cualquier otro inmueble debe ser realizada por un profesional cualificado, generalmente un perito o un tasador inmobiliario. Estos profesionales tienen conocimientos especializados sobre el mercado inmobiliario y están capacitados para llevar a cabo una valoración objetiva y precisa del valor de una propiedad. En el caso de tasaciones de pisos, será necesario que el tasador sea arquitecto o arquitecto técnico.
Para asegurarse de que la tasación es confiable y precisa, será también recomendable que el tasador tenga experiencia previa en la valoración de propiedades similares a la que se desea tasar.
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Repartir el valor de tasación del piso en caso de divorcio
Como comentado anteriormente, el reparto del piso dependerá del régimen económico que hayan elegido los cónyuges. Además, influirá el valor resultante de tasar el piso para divorcio.
En el caso de que los cónyuges hayan optado por el régimen de gananciales. Todo lo adquirido durante el matrimonio pertenece a ambos por igual, el valor del piso se considerará un bien ganancial y se repartirá por igual entre los cónyuges. Si alguno de los cónyuges aportó dinero propio para la adquisición del piso, tendrá derecho a reclamar la devolución de esa cantidad antes de proceder al reparto.
En el caso de que los cónyuges hayan optado por el régimen de separación de bienes, el piso se considerará un bien privativo del cónyuge que lo haya adquirido, salvo que se haya adquirido con dinero común. En este caso, el reparto del valor del piso dependerá de las decisiones que tomen los cónyuges en el convenio regulador o en el proceso judicial.
Métodos principales de reparto del patrimonio
En caso de que no sea posible realizar el reparto en partes iguales o llegar a un acuerdo, se podrá proceder a realizar contraprestaciones. Este es el proceso más común, ya que es difícil que se de la situación en la que ambos cónyuges tengan dos pisos cuyo valor de tasación sea igual en ambos casos (para el reparto equitativo). Las más comunes son:
- Compensación económica: Es la opción más común cuando uno de los cónyuges desea quedarse con el piso y el otro acepta vender su parte. En este caso, se acuerda una compensación económica para el cónyuge que cede su parte en el piso. La cantidad de la compensación se acuerda de mutuo acuerdo o se establece mediante una valoración del inmueble.
- Liquidación de bienes: En el caso de régimen de gananciales, se procede a la liquidación del régimen económico matrimonial y se reparte el valor del piso entre los cónyuges de forma equitativa. Si uno de los cónyuges desea quedarse con el piso, deberá compensar al otro cónyuge con otros bienes o con una cantidad de dinero equivalente.
- Venta del piso: Cuando ninguno de los cónyuges desea quedarse con el piso, se procede a su venta y el dinero obtenido se reparte entre los cónyuges de forma equitativa. En este caso, es necesario contar con el asesoramiento de un agente inmobiliario para fijar un precio justo y acordar los términos de la venta.
- Uso compartido del piso: En algunos casos, los cónyuges pueden acordar seguir compartiendo el uso del piso, por ejemplo, si tienen hijos en común y desean mantener cierta estabilidad para ellos. En este caso, se acuerdan los términos de uso y mantenimiento del inmueble, así como los gastos asociados.