El valor de una idea varía y mucho dependiendo de varios factores. Por ello, uno debe ser capaz de analizar su idea y comprender el valor y, para que florezca el valor de la idea, trazar un plan y comprender si es ejecutable o no.
Tabla de contenidos
¿Qué es una idea?
Una idea es una representación mental de algo que aún no existe, pero que podría ser posible o deseable en el futuro.
Una idea puede ser una solución a un problema, una oportunidad de negocio, una visión creativa o cualquier otra cosa que puedas imaginar. Las ideas pueden surgir de la observación, la experiencia, la creatividad, la curiosidad, la necesidad o una combinación de factores. Las personas pueden tener ideas en todos los campos de la vida, desde la ciencia y la tecnología hasta el arte, la literatura, la política, la educación, los deportes y muchos otros campos. Las ideas son el punto de partida de cualquier proyecto o iniciativa y pueden ser la clave de la innovación, la mejora o la creación. Sin embargo, la idea en sí misma no vale nada si no se realiza a través de la planificación, la ejecución y el esfuerzo constante.
¿Por qué es importante el valor de una idea?
El valor de una idea es importante porque determina su potencial de éxito en el ámbito en el que se aplicará.
Una idea de alto valor tiene más probabilidades de ser aceptada por los consumidores, de generar ingresos para sus promotores (y para otros participantes, que podría llegar a ser toda la sociedad) y de tener un impacto positivo en la sociedad. Además, el valor de una idea también es relevante la toma de decisiones estratégicas en el desarrollo y comercialización de la misma, o del negocio en el que se enmarque la idea.
¿Cuáles son las ideas más valiosas de la historia?
Es muy difícil determinar qué ideas han sido las más valiosas de la historia, ya que muchas de ellas siguen aportando un valor incalculable a la sociedad. Además, depende de cómo se defina «valiosa»: puede ser entendido como valor a la sociedad, avance humanitario, o generación de beneficio para su inventor. Algunas ideas que han generado un valor incalculable son:
La invención de la rueda
La rueda es una de las más antiguas innovaciones y es fundamental en la historia de la humanidad. El valor de esta idea ejecutada es muy elevado: permitió el transporte y la movilidad, y gracias a ello se impulsó el comercio, la agricultura y otros campos. Hoy en día, la rueda es esencial en la vida contemporánea.
La imprenta de Johannes Gutenberg
La imprenta de tipos móviles de Gutenberg fue una innocación que revolucionó la producción y difusión de información y conocimiento. Así, la imprenta fue (y es) una idea con un valor incalculable gracias a la impresión masiva de libros y otros documentos, lo que facilitó la creación de una cultura escrita.
La creación de Internet
Internet es una red de comunicación global que ha transformado la forma en la que las personas se comunican. Ha facilitado acceso a información, educación, conocimiento y abierto el comercio a muchas personas. Se trata de una idea con un valor tremendo: es una herramienta básica en la vida de muchas personas y, con su contribución, se han logrado avances en la sociedad.
¿Cómo generar una idea de valor?
Generar una idea de valor es un proceso que incluye creatividad y constancia. Contamos algunos pasos que pueden ayudar en el proceso de generación de una idea de valor:
Bases para una idea de valor
Para crear una idea de valor sólida, es recomendable contar con unas bases técnicas y un perfil que generalmente encaja, si bien no tiene por qué ser el único capaz de generar valor a través de ideas.
Conocimiento y experiencia en un área específica
Tener conocimiento y experiencia en un área específica puede ayudar a identificar oportunidades, necesidades y problemas que puedan ser abordados con una idea de valor. Este conocimiento, abarca desde lo más concreto de un producto, hasta el mercado en general, pasando por el comportamiento de los consumidores. Así, cuanto más conocimiento del área (producto y mercado) tenga una persona, más probable será que genere una idea válida de valor.
Curiosidad, creatividad y capacidad de observación
La curiosidad y la capacidad de observar el entorno pueden ayudar a identificar oportunidades y necesidades que aún no han sido resueltas. La creatividad ayudará a generar soluciones técnicas que nutran de soluciones a las oportunidades y necesidades. Respaldado con el conocimiento mencionado antes, podrán ser una combinación genial para generar nuevas ideas.
Habilidad para tomar riesgos y perseverancia
Generar una idea de valor requiere de tomar riesgos y de una perseverancia. Los resultados nunca serán inmediatos y siempre podrás fallar. Por ello, antes de embarcarte en el proceso, deberás considerar si tienes la habilidad para tomar los riesgos (en muchos casos financieros) y el tiempo y actitud para, sin importar lo que suceda, seguir con al idea.
Pasos básicos para generar una idea de valor
La generación de una idea casi siempre parte de la identificación de un problema y termina con el desarrollo de un prototipo y un negocio. Dicho negocio no tiene por qué estar creado en búsqueda de beneficio financiero, o no inmediatamente. Por ejemplo, Isaac Newton identificó la gravedad con la caída de la manzana, investigó el por qué y probó los motivos encontrados para beneficio de la sociedad.
Identifica el problema
Identifica un problema o una necesidad en el mercado, en tu entorno o en la sociedad en general. Este problema tiene que poder ser resuelto a través de tu idea, de lo contrario, tu idea carecerá de valor. No importa si la solución al problema no es la más novedosa de todas: tal vez tu idea solucione el problema o mejore un proceso de una forma más eficiente.
Por ejemplo, Gutenberg no creó un proceso novedoso puesto que la copia de libros y otros documentos ya existía. Propuso hacerlo a través de una máquina, e inventó la máquina. Obviamente, no pretendemos restarle mérito a Gutenberg, sino hacer ver que el proceso ya existía, pero se podía mejorar a través de una idea original.
Investiga y genera ideas
Sobre el problema o la necesidad encontrada, investiga el motivo, las causas principales, los principales contribuidores a la causa, los competidores, e incluso el marco legislativo.
Una vez hayas realizado una investigación completa, verás que la generación de ideas fluirá. Desde la primera idea, surgirán otros caminos que, gracias al conocimiento obtenido podrán ser descartados o no.
Selecciona las mejores ideas
Gracias al conocimiento obtenido durante la investigación, podrás descartar las ideas que no funcionen (y seleccionar aquellas ideas que valgan como solución). Una vez seleccionadas, deberás imaginar la idea instalada en el mercado y comprender su potencial de mercado. Para ello, deberás listar las principales características de cada idea, así como sus debilidades.
Crea prototipos y realiza pruebas
Partiendo de la base de las ideas seleccionadas, crea prototipos y realiza pruebas. Los prototipos pueden ser pequeños diseños de la idea que simulen su funcionamiento, o diseños que realmente funcionen. La realización de pruebas podrá ser con un público amplio y desconocido (lo ideal), o con el apoyo de familiares y amigos. Será muy importante recopilar las opiniones de todo tipo y su motivo: positivas, negativas, e incluso indiferentes.
Al realizar las pruebas sobre las ideas, podremos ver qué idea tiene más valor. Así, podremos seleccionarla y continuar el proceso.
Lanza la idea: desarrolla un plan de negocio
Por lo general, tendrás un plan de negocio realista incluyendo estrategias de marketing, de financiación y de ejecución. El valor de una idea depende de la aceptación del mercado. Es muy recomendable ajustarse a sus criterios, puesto que representan los de la gente que lo conforma.
El valor de un negocio, el valor de una idea
Los conceptos de «valor de negocio» y «valor de una idea» son similares.
Durante la fase de creación de una idea, no podremos hablar del valor del negocio hasta el final. Por ello, el valor de una idea suele terminar siendo el valor de un negocio, pero será desarrollado para determinar su potencial. En las fases iniciales, el valor no estará claro, mientras que más adelante, el valor de la idea irá siendo probado y, además, las necesidades técnicas del proyecto también, por lo que se podrán delimitar acciones necesarias (y, por tanto, costes del proyecto).
Si la idea ha sido probada y aceptada por el público objetivo, se convertirá en un negocio o empresa. Cabe destacar que el negocio no tendrá por qué ser con beneficio financiero, sino que también hablamos de negocio a favor del impacto social.